Cortitos

Algunos cortitos, que juntitos son mas larguitos que solitos:

“Confundo lo pasado con el presente.
Algunas veces creo estar en el futuro.
La realidad es incierta. Ya no sé dónde quiero estar. Dónde estás?
Fuiste parte de un pasado que jamás olvidaré.
Acaso de un futuro al cual ansío conocer.
O quizás, sólo seas parte de un presente, que se pregunta sobre la desidia de tu cuerpo en el mío.”

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"Otro día que pasó, y yo sin verte.
Le pedí a gritos a mi suerte, que me deje verte.
Pero hoy decidió mi locura, y quiso que no aparezcas."

Dan.- 18/05/09

La otra Puerta

"Con ademán caballero, te esforzás por no besarme. Sonrío por dentro. También por fuera; me alegro de verte.
Avanzamos por un camino al cual sus paredes de ligustro, aparentan estrecho. Levanto la vista y puedo ver el cielo violeta.
Graffitis llenos de colores, nos cuentan historias.
Llegamos a las puertas, pero antes de poder decidirnos por cual, nuestro amigo mete la cola y nos tienta optar por la segunda. Obedientes, dejamos que la puerta nos mienta y volvemos a empezar.

Ahora, el camino es más amplio. Te agarro del brazo, temo alejarme y perderme. Se nos cruza una fuente y te sentás en ella. Te sigo gustosa. Bebemos de ella su agua fresca. Te miro. Siento que ya esperaste demasiado, apretando tu boca con los dientes. Me gusta tu cuello; lo tomo con mi mano para empujarte hacia mí, y te beso en los labios que tanto imaginé sentir. Con intensa ternura me contestás. Te encanta, a mí también.

Continuamos por un camino, donde humaredas blancas de simpatía, me hacen sentir que estamos caminando sobre las nubes. El vértigo me excita. Con un beso muy húmedo me decís que a vos muchísimo.
Sin saber por dónde seguir, tu astucia, o ganas de estar conmigo, nos guían a un hermoso árbol, cuyo surco resulta ser la puerta que buscábamos. Ingresamos por ella; comenzás a besarme. Nos envolvemos en un abrazo interminable.
Tus caricias recorren mi cuerpo. Las mías te hacen gemir. Una capa de helechos nos cubre, haciéndonos olvidar del resto. Tu mano me prueba, la suavidad la envicia. Te dejo ver mis senos, apenas cubiertos. Con tu lengua en ellos, no me importa el rededor. Menos cuando comienza a recorrer mi estómago, cintura, vientre, mis sueños...
Y así, sumidos en el más profundo deseo, estamos listos para cruzar la 1er puerta que nos guiará a la entrega total de nuestros cuerpos desnudos."

by Dan.- 15/05/09